-...no vaya ser yo el viento de la noche
que mira y recorre la piel con su aliento
y me meta en tu pecho y me vuelva a salir
y respires de mi...-
Hablaba de Aire, de vida, de respirar, de tranquilidad.
Y entonces de la nada se forman otras ideas, Ollin aparece en mis pensamientos, las bancas con el pico de pato,el deseo concedido a viajeros extraviados en la noche, a espíritus errantes en este mundo(a pensar en un judío), y entonces saber que el viento con su metamorfismo y todo no es solo uno.
Son varios vientos los que silban en la noche, varios vientos los que llevan las palabras, lágrimas, promesas y sentimientos a otros lugares.
Dormí antes de escribir, y soñé con demonios que querían almas a cambio de hacerme viento. Tentadora oferta ¿No?
Y al despertar soné despierto y volé a tu lado(hacia ti para estar a tu lado mejor dicho), al intentar tocarte pase de largo, al intentar hablarte volteaste alarmada, una caricia hizo que te cubrieras, y al intentar besarte simplemente nada paso.
Dónde quedo la vida del viento. Simple, no da vida a quien no la merece, los vientos son olvidados, pero aman a alguien y viajan entrando y saliendo de cuerpos, dándoles vida buscando a su amor y al encontrarlo lo asfixian, para vivir(en la muerte) juntos.
Erase una vez Sicip antes de morir, que pidió morir en la casa que nunca tuvo junto a Oel.
Moverla de su torre de cristal fue un reto, llevarla a través del pueblo sin un recuerdo siquiera de la gloria pasada, entrar a combatir polillas con la muerte, y morir en una llamarada, alimentada por ruinas y un espíritu esperando ese día.
No hay mas. Sicip dio así fin a un juego de verdades ocultas,de promesas sin cumplir, de interpretaciones erróneas, de estúpido orgullo y de amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario